viernes, 27 de junio de 2014

LA ESCALERILLA DE LA FACULTAD - Historias de Carnaval

En el año 1980, se produjo un hecho insólito en el Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz en el Gran Teatro Falla, que quedó para la historia. 


En señal de protesta por no haber alcanzado la Final, tres grandes agrupaciones cantaron esa noche en la escalerilla de la Facultad de Medicina, situada en la Plaza de Fragela, y pegadita al Teatro Falla, mientras que dentro transcurría una gran final con percances. Hasta tres llamadas anunciando la colocación de bombas se recibieron en la comisaría. 

Con pancartas alusivas a los "cajonazos" sufridos en las que se podían leer mensajes como 'Cuba, primer premio' y 'El jurado dice no, el pueblo dice sí', las comparsas “Los Luceros del Alba”, de Luis Galán y dirigidos por Antonio Trujillo “Catalán Grande”, “Caleta” de Antonio Martín dirigida por Pedro Trujillo “Catalán Chico” y “Cuba”, de José Luis Arniz, de el Puerto de Santa María, manifestaron su disconformidad con el veredicto en una actuación memorable.

Los premios en la modalidad de COMPARSAS de ese año fueron: 

COMPARSAS LOCALES
1º - “Payos y Gitanos”, de Pedro Romero con dirección de Jesús Monzón.
2º - Los Cholos del Altiplano, de Antonio Bustos con dirección de Manuel Moreno Pavón, “El Moreno”
3º - Los Guanches, de Joaquín Quiñones y Aurelio Real. Aunque concursaron como locales, la mayoría del grupo era de San Fernando.
COMPARSAS PROVINCIALES
1º - “Los Simios”, de El Puerto de Sta. María - "Los Majaras"
2º - “Embrujo”, de Barbate
3º - “Los Tiroleses”, de Jose Luis Bustelo, Chiclana de la Frontera.
Mi amigo Luis Galan, autor de la comparsa "Los Luceros del Alba", escribió sus vivencias sobre aquellos momentos. Este es el relato de su puño y letra y le agradezco enormemente que lo haya compartido conmigo... Eres grande, amigo Luis.


Luis Galan (centro) con McGregor y el Cata (Luceros del Alba)

FEBRERO 1980 
ALGO SE CUECE...

Bueno, a ver como cuento la vivencia que tuve ese año tan especial y que luego el tiempo me ha hecho sentirme privilegiado al poderlo haber vivido en primera persona. A veces, cuando cuento algo, pillo complejo de Forrest Gump, porque parece que estuve en todos los grandes acontecimientos, pero… suerte de estar en el lugar idóneo en el momento justo. Vamos al lío y espero no aburriros con esta batallita.


Las raíces de esta historia se remontan al año 1978, cuando en el Puerto ensayan las comparsas "Raza Mora" y "Los Arrabaleros". El grupo de "Los Arrabaleros", capitaneado por El Charly, consigue que Antonio Martín, tras su ruptura con el grupo "Los Mandingos" o más bien con Catalán , recale en el Puerto para hacer el repertorio de "Los Arrabaleros". En el Puerto, muchos aficionados, yo entre ellos, apostábamos más por "Los Arrabaleros" que por "Raza Mora", quizás porque en los ensayos de "Raza Mora" jamás se oía todo completo, y no terminábamos de ver la comparsa, y sin embargo "Los Arrabaleros" convertían cada viernes en una especie de ensayo general. 

En mi caso, tuve la suerte de que era mi primer año como autor con "Lunarito Flamenco" (3º Premio Infantil 1978), cuyo director y autor de música era Pedrito García, y a la vez, punteao de "Raza Mora", y asistía con asiduidad al ensayo junto con mi mentor. En "Los Arrabaleros" también estuve muchas veces, porque ver ensayar a Antonio Martín era un sueño, y allí nos hacían cantar a los chavales nuestro repertorio y el maestro conversaba conmigo, me animaba y me trataba como “Luisito”. Mi corazón estaba dividido y nunca sabré cual me gustaba más.


1979 - Lunarito Flamenco. (De pie, 3º por la derecha, Luis Galán)
En el concurso del Gran Teatro Falla, ocurrió lo que tenía que ocurrir: "Raza Mora" barrió. No solamente le ganó a "Los Arrabaleros" sino que se convirtió en el pelotazo de ese año y de unos de los más grandes de la historia. El pasodoble "Un 4 de diciembre", que se pudo repetir en todas las actuaciones, las voces de Manolito, Pelahigo, Pedro, Pacoli, etc, culminaron el éxito de la comparsa. "Los Arrabaleros" quedaron tocados… y hundidos.

Al año siguiente, el 1979, la comparsa de Los Majaras "Cantares" seguía imbatible en El Puerto de Santa María, a pesar de que el primer premio fuese a parar al maestro Enrique Villegas y a Chiclana de la Frontera con sus "Hombres del Campo". Ese año en El Puerto se fraguaron las comparsas “Cuentos y Leyendas”, formada por algunos componentes de "Los Arrabaleros" y con la música de Catano, (guitarra de "Los Hindúes", músico de "Los Rederos", etc.) y la letra de Luis Ripoll, que rompió su relación con Antonio Trujillo Catalán Grande, tras una gran exito con la comparsa "Los Golfos" (2º Premio Comparsas Locales). 

Por otra parte, el director de "Los Arrabaleros", contó con un servidor para escribir la comparsa “Persecución”, que no llegué a terminar por discrepancias. Resultaba curioso que Luis Ripoll escribiera en El Puerto y yo en Cádiz, a su antiguo director, con "Húngaros Gitanos". En fin, que la comparsa de Los Majaras, en Cádiz, era “La Comparsa del Puerto” y las demás, “las otras”. Aquello no sentaba nada bien en los mentideros carnavalescos portuenses, y el “enemigo a batir" era sin duda la comparsa de "Los Majaras".

Durante el verano de 1979 se forma una antología con una gran parte del grupo de "Los Arrabaleros" y bajo la batuta de nada menos que José Luis Arníz. El grupo se perfila como lo que luego fue "Cuba", un grupazo. Comienza a ensayar la antología de José Luis Arniz, a la vez que se funda la primera peña carnavalesca del Puerto, la "Peña José Luis Arníz", en la calle Arenas, en el Barrio Alto, muy cerca de "Los Majaras". 

Aquí empieza la “guerra”, en el buen sentido de la palabra, ya que algunos aficionados de toda la vida de "Los Majaras", se convierten en socios de la peña por su cariño y admiración a Jose Luis Arniz. La antología ensayaba en el bodegón de Merello, en la calle Pagador, y tuvo muchas actuaciones, y es una verdadera lástima que no se grabara, ya que el popurrí totalmente nuevo y original era una joya, y las letras de los pasodobles adaptadas a los nuevos tiempos.

Las agrupaciones empiezan los ensayos para el Carnaval 1980 y la afición de El Puerto se divide en dos comparsas: por un lado "Cuba" de José Luis Arniz, y por otro lado "Los Simios", de Diego Caraballo con "Los Majaras". En los ensayos de "Cuba", en el antiguo reñidero de la calle Santa Clara, entran muchos aficionados, alentados por la agrupación para ganar adeptos y simpatizantes... mientras, "Los Simios" trabajan más en secreto y con pocos aficionados y escogidos en sus ensayos. 


1980 - Comparsa Los Simios (1º Premio Provincial)
Estaban fraguando algo muy grande y casi nadie se percataba; es más, los más forofos de "Cuba", sonreían al oír el nombre de "Los Simios", pensando que sería algo grotesco. Yo recuerdo a Pedro de "Los Majaras", comentarme una tarde:

-Luis, la gente se ríe,... y eso mismo le pasó a "Los Cuasimodos", que la gente se reía porque iban desfigurados y grotescos, pero cuando vean esto en escena, se mueren, te lo digo yo... 

ENTRE CADIZ Y EL PUERTO

Y acertó. Ese año mi relación con Pedro fue muy intensa, ya que aparte de "Luceros del Alba", comparsa de Cádiz dirigida por Antonio Trujillo "Catalán" y que se preparaba a su vez para ese Carnaval de 1980, también escribía mi comparsa juvenil que se llamaba “Niños de Ecija”, inspirada en los siete bandoleros de Ecija, un nombre que me sugirió Pedro y que a mi me gustó. Comentaba con Pedro cositas de la comparsa como el vestuario, el enfoque,... Para Pedro era muy entrañable saber que una comparsa mía llevaba el mismo tipo de la que fue su primera comparsa, en 1962, "Fantasía de Bandoleros".


Llegó la fecha del Concurso y el destino quiso que "Cuba" le tocase actuar un sábado por la noche y a "Los Simios" el siguiente día, por la tarde. En dos días, sabríamos el juicio del pueblo.

El día de la actuación de "Cuba", el patio de butacas era una fiesta. El ritmo, la novedad de tantísimos instrumentos de percusión, el sonido peculiar… maravilló al público. Dieron un pelotazo en toda regla. A la mañana siguiente, en un bar que estaba justo frente a Los Majaras, un bar sin nombre, haciendo esquina entre las calles Cruces y Ganado, estaban varios componentes y seguidores de "Cuba"  celebrando orgullosos de la actuación de la noche anterior, mientras que en Los Majaras reinaba la calma y a la espera de la función de tarde para actuar.

1980 - Comparsa Cuba. En el centro, con bigote, su autor José Luis Arniz 

Esa tarde me fui para el Teatro Falla con el padre de un componente de mi agrupación que tenía dos entradas y su mujer no quiso ir en el último momento. Me llamó y me fui con él, dispuesto a ver la actuación de "Los Simios". Cuando salieron a escena, con las luces apagadas y el cañón de luz alumbrando sus caras que apenan se veían porque estaban en corro, como se hacía antiguamente, aquello se venía abajo. Y ya, cuando soltaron el primer OHHHHH, SIMIOSSSS aquello fue el no va más. Impresionante, la presentación acabó con todo el teatro en pié, los pasodobles con oles cerrados, el popurrí magistral… todo. Yo no tuve duda desde aquel momento que mis amigos de "Cuba" habían perdido la batalla. El intento por desbancar a Los Majaras estaba muy difícil, por no decir imposible.

EL DESENCANTO

El mismo día que "Cuba" tenía que hacer su segunda actuación, salió publicado en el "Diario de Cádiz" una entrevista con el presidente del Jurado del COAC, quien afirmò que algunas agrupaciones, dada su multiinstrumentalidad, eran más propias para actuaciones en salas de fiestas que en el Teatro Falla. Aquellas palabras cayeron como un jarro de agua fría en el seno de la agrupación "Cuba". Los comentarios entre los componentes y seguidores eran de desesperación, y… había que hacer algo, y se hizo.

Esa tarde, cantaba "Cuba", y por orden de actuación eran los primeros. Yo estaba en casa de Antonio Trujillo "Catalán Grande", que trabajando, le dije a su mujer Maribel que iba al Falla a ver a mis paisanos y me fui para allá con un bocadillo de tortilla, y me acuerdo perfectamente que estaba mortal. 

Los de "Cuba" llegaron al Falla y solicitaron una entrevista con el presidente del jurado, a lo que este se negó amparándose en el reglamento, que prohibía con una nueva norma la comunicación entre el jurado y componentes de agrupaciones, quizás por la movida del año anterior entre las comparsas "Angeles y Demonios" y "Navegantes Gaditanos".

Ante la negativa del presidente, la comparsa Cuba se negó a actuar hasta que no hablasen con el presidente. En esa movida, la función comenzaba, y "Cuba" no iba a escena, a lo que Pepe Benitez (locutor de radio), con todo el cariño del mundo y con ánimos de mediar, dijo a sala que uno de los coches había sufrido una avería y que no estaban todos los componentes. Así pasaron varias agrupaciones, hasta que llegó un comunicado del jurado en una cuartilla, decía así: “En el día de hoy, la comparsa "Cuba", queda descalificada por no presentarse en su horario previsto de actuación”. Fdo; Montes de Oca.

Se lió en camerinos la marimorena. El tipo de la comparsa no llevaba bolsillos, por lo que Paco Soto me dijo que guardara la nota, y es más, la tuve guardada hasta que la perdí en una de mis mudanzas o tal vez la tenga en El Puerto, con mis recuerdos. En ese momento, era el descanso de la función, y entonces el jurado si accedió a hablar con los responsables de "Cuba". En una de las antiguas salitas que había en el Falla antes de la reforma, fuimos José Luis Arníz, Vicente Chaparro, Paco Soto y un servidor. Paco Soto se encaró de forma brusca, diciéndole que no tenían ni idea de Carnaval, que no sabía ni como se llamaban los instrumentos que portaban, y que en realidad le molestaba era el pañuelo rojo y el acento cubano. Con el pañuelo rojo en la mano, le dijo una y otra vez a dos miembros del jurado: - Esto es lo que a ti te molesta, esto. 

El jurado insistió que la descalificación era por no haber cantado en su lugar previsto incluso habiendo dado un margen. En fín, salimos de allí, Paco Soto llorando, Jose Luis Arniz mudo total, y al llegar a camerinos, Vicente Chaparro dijo que efectivamente, los habían descalificado. 

Los camerinos eran un infierno, y por allí estaba Manolo Aragón, del desaparecido "Cádiz Gráfico", que había hecho la mili con Lolo Palma, un componente de "Cuba". Insistió a que tendrían que ir al notario, y fui yo quien lo acompañé a la calle Ancha, a entregar la nota del jurado al notario, con la intención de que levantara acta en el Teatro de que la agrupación estaba allí, pero una vez expuestos los acontecimientos, el propio notario dijo que no había nada que hacer. Que el concurso se basa en unas reglas, y la comparsa la había incumplido. 

Volvimos al teatro, y al entrar por la puerta de camerinos, se oía cantar a "Cuba". Estaban ensayando entre vítores, oles, y jaleo de todo el mundo, porque estaban dispuestos a cantar ya fuera de concurso. Entre tanto, el gallinero reclamaba entre agrupación y agrupación a la comparsa "Cuba": querían verla actuar, y una vez que Pepe Benitez consultó con alguien de la organización, la comparsa cantó en último lugar sabiendo que estaba descalificada. Jamás olvidaré mi sensación entre bambalinas, al ver las caras de los componentes cantando el final de popurrí con lágrimas en los ojos y despidiéndose del público. Una vez acabada la actuación, yo me fui con ellos para El Puerto, llamé desde una cabina a Maribel y Antonio y me dejaron en casa de mis padres.

Aquella noche de la descalificación de "Cuba", viví momentos únicos, irrepetibles, palpé el amargor del fracaso, la arrogancia del fracaso provocado, la rebeldía del fracaso inevitable, en definitiva, vi la cara amarga del fracaso en amigos míos y me preparé para cuando me tocase vivir en mi persona esa situación. Intuía que mis “Luceros del Alba” se podían quedar fuera de la final, y quizás por eso, entendí como nadie los sentimientos de aquellos componentes.
1980 - Los Luceros del Alba
Al día siguiente, "Los Simios" actuaron, esta vez en función de noche, y si grande fue el pelotazo del primer día, más grande fue el de esa noche. Las cartas estaban sobre la mesa. Cuando dijeron los que pasaban a la final en ese año 1980, no estaba "Cuba", por supuesto, pero tampoco "Caleta" de Antonio Martín ni tampoco mis "Luceros del Alba". Lo oí en mi casa, por la radio, y me quedé dormido recordando la noche de la descalificación de "Cuba" y el sabor amargo que observé en los rostros de sus componentes. Así estarían los míos, pensé. Sin embargo, me quedaba una alegría: mi comparsa "Niños de Écija" sí que estaban clasificados y con muchas opciones de ganar primer premio.

A LA FACULTAD

El mismo día de la final, por la mañana, estábamos en la "Peña José Luis Arniz" algunos amigos componentes de "Cuba" y yo. Fuimos a Cádiz a recoger las cintas con las grabaciones a casa de Agustín Acedo, productor de "Cuba" y "Caleta". Fuimos en el coche con Paco Soto, con José Luis Arniz, Pepe Noriega, y un servidor. Una vez en Cádiz, y antes de recoger las cintas, decidimos tomarnos algo en el bar "Merodio", en la Plaza de Abastos, y yo fui a ver a mi amigo Faly, compadre de Antonio Martín y frutero con "to" el arte del mundo, que me quería con locura y por supuesto yo a él. Dejó a alguien en la frutería y se vino con nosotros al "Merodio". 


1980 - Comparsa Caleta de Antonio Martín
Faly estaba muy indignado con la decisión del jurado de dejar a "Caleta" fuera de la final, e insinuó que tanto "Cuba", como "Caleta" y "Luceros del Alba", deberían cantar en la puerta del Teatro Falla esa misma noche como señal de protesta. En eso, entra en el bar Pedro Trujillo “Catalán Chico”, y yo pensé: - ¡¡ Madre de Dios!! . 

Entró como loco, desatado, ya podéis imaginar: insultos al jurado, gestos agresivos, etc,... Se viene hacia mí y me dice: 

- Luisito, vamos a buscar a mi hermano (Antonio Trujillo, director de "Luceros del Alba") ahora mismo. Cuando venga del trabajo a las tres vamos a su casa, que esta noche la vamos a liar.

La conversación tomaba derroteros distintos, se barajaba la casualidad de que las dos agrupaciones grandes que no estaban sujetas a Izquierdo Producciones (productor discografico de la epoca muy conocido), se habían quedado fuera, y también se habló por supuesto, de la influencia de cierta peña que estaba por el Campo del Sur, peña a la que “Caleta” se había negado a ir a hacer un ensayo general y uno de sus directivos estaba de jurado. 

En estas, entran en el bar el Masa y El Peña, y se quieren sumar a la movida de la noche. Catalán Chico les dice que no, que su cuarteto “Los Cuatro Reyes de la Baraja” no valía ná y que no tenían porqué protestar. Yo me quedé blanco, pero El Peña, con to el arte del mundo le contesta: 

- Bueno, Pedro, picha, si de tos formas lo de esta noche es sin cobrar, lo mismo da, nosotros no vamos, jajajajajaja.

Eran las tres de la tarde y la movida ya estaba casi fraguada, faltaba el beneplácito de Catalán Grande, reacio siempre a formar guirigáis y con el señorío por bandera. Fuimos andando hasta la casa de mi maestro y estaba aparcando su Seat 127 verde, y del tirón, sin anestesia, lo abordó Pedro diciéndole: 

-Antonio, Antonio, esta noche la vamos a liar, esta gente son de "Cuba" y están dispuestos. Esta noche, en las puertas del Falla, vamos a cantar para el pueblo de Cádiz, y te juro que no entra nadie en el Teatro.

Estuvimos convenciendo a Antonio entre todos, hasta que le hizo prometer a su hermano que no se metería en lios con policías ni nada por el estilo. Cantar y punto. Catalán Chico lo prometió “por papá” y ahí quedo la cosa. La cita sería en la calle La Palma, a la altura del cine Caleta, y de ahí, del tirón para la puerta del Falla. Yo me fui para El Puerto, a las cinco de la tarde tenía que volver con mis “Niños de Ecija” para cantar en la final de juveniles.

Cuando salí de la final con el Primer Premio bajo el brazo, la plaza de Fragela era una fiesta. Cientos de pancartas improvisadas que se hicieron esa misma tarde con cartulinas y palos de fregona, gritos, vítores, y las comparsas "Cuba", "Caleta", y "Luceros del Alba", subiendo una a una en la escalera de la Facultad envueltas en una batalla de coplas. 



La gente con la entrada en la mano no entraba al Teatro, porque allí se estaba celebrando una final paralela de muchos quilates. Lloré de emoción, de alegría por mi primer premio... Alejé a mis niños del lugar porque la cosa se estaba poniendo fea. Los antidisturbios estaban deseando intervenir. Me quedé allí embelesado, sabiendo que aquello formaría parte de la historia. 

Una historia que hoy he querido contar a mis amigos y que si he omitido algo o he errado en algo, pido disculpas, pero así lo viví… y así lo he contado...
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Muchisimas gracias por tus recuerdos, Luis

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