lunes, 17 de diciembre de 2012

¿COMO GESTIONAR LAS DEUDAS EN TIEMPOS DE CRISIS, SEGÚN EL TIPO DE ACREEDOR?

Para gestionar las deudas contraídas y antes de llegar a decisiones extremas tales como el concurso de acreedores o la suspensión de pagos, para lo que seguramente necesitaríamos asesoramiento externo, tendríamos que poner en marcha un proceso de negociación con nuestros diferentes acreedores.




Decir de antemano que, en estos casos, necesitamos hilar muy fino en la gestión de nuestra tesorería, lo que nos permitirá tomar decisiones con la suficiente antelación.

En primer lugar, tendríamos que seleccionar el tipo de acreedor y su importancia para la gestión de nuestra empresa. Yo distinguiría los siguientes tipos de acreedores.
- Nuestro Personal

- Proveedores de materias primas y servicios.
- Entidades Financieras
- Organismos Oficiales.

NUESTRO PERSONAL
Bajo mi punto de vista, creo que es el acreedor con el que siempre tendríamos que cumplir escrupulosamente en tiempo y forma los compromisos de pago. Nuestro personal es el principal activo de nuestra empresa. Y además, es muy difícil gestionar una plantilla descontenta por motivos de falta de pago. Antes de llegar al impago de salarios, se podrían negociar acuerdos como reducción de salarios y recortes en la duración de la jornada laboral.


PROVEEDORES DE MATERIAS PRIMAS O SERVICIOS
Es muy importante tomar la iniciativa cuando tengamos que renegociar alguna deuda con proveedores. De esta forma será más fácil negociar un aplazamiento o fraccionamiento de la misma.

Es importante que seamos sinceros y expongamos a nuestro proveedor el motivo por el que pasamos dificultades financieras, y por supuesto no crear falsas expectativas ni concretar acuerdos que no vayamos a cumplir, creando un nuevo calendario de pagos con nuestro proveedor lo más realista posible.


ENTIDADES FINANCIERAS
En los momentos actuales, con una gran restricción por parte de las entidades financieras en la concesión de crédito, la negociación con la entidad financiera se convierte en un trabajo arduo y difícil.

Como paso previo, debemos tener muy claras las necesidades financieras y si vamos a poder soportar el coste real del préstamo y los requisitos de devolución establecidos por la entidad. Estas condiciones van a depender de:
􀂃 Importe o nivel de endeudamiento.
􀂃 Plazo de la operación.
􀂃 Garantías.
􀂃 Liquidez y capacidad de solvencia.


ORGANISMOS OFICIALES

Los organismos oficiales (Hacienda y Seguridad Social principalmente) ya disponen de mecanismos para el fraccionamiento o aplazamiento de deudas, dependiendo del tipo de deuda y de su importe.

La solicitud de aplazamiento debe realizarse ante la Administración correspondiente y debe ir acompañada de una explicación de las dificultades financieras o de tesorería por las que se atraviesa y de la forma en que se piensa hacer frente a tales deudas.

Ante nuestra solicitud y dependiendo del importe de la deuda, puede ser que nos soliciten alguna garantía, como un aval bancario, lo que nos llevará nuevamente a negociar con la entidad bancaria (uff).

Si Hacienda o la Seguridad Social nos concede el aplazamiento, se establecerá un calendario de pagos y se devengará el correspondiente interés de demora. Si se rechaza el aplazamiento solicitado se deberá hacer frente al pago de las deudas en los plazos que nos indiquen, que será normalmente de un mes y algunos días.


Además, nos harán falta grandes dosis de paciencia y su pizquita de suerte.

martes, 4 de diciembre de 2012

CÁDIZ... ANDALUCIA... 4 DE DICIEMBRE

El 4 de Diciembre de 1977, miles de andaluces se manifestaron en las capitales de provincia pidiendo la autonomía. En Málaga, José Manuel García Caparrós moría de un disparo de las fuerzas de orden público mientras se manifestaba pacíficamente. José Manuel era malagueño, trabajador de una fábrica de cervezas. Dicen que su última palabra fue "justicia".




Y al principio fue Cádiz. La autonomía andaluza, tras la movilización multitudinaria del 4 de diciembre de 1977, comenzó a ejercerse pocos meses después en Cádiz: el 27 de mayo de 1978, el histórico Palacio de la Aduana, sede de la Diputación Provincial, acogió un multitudinario acto, la constitución de la Junta Preautonómica de Andalucía, que suponía el inicio de una trayectoria de autogobierno.




Cádiz tuvo así un destacado papel en el inicio de un modelo de gestión política. Entonces ese destacado rol de una provincia potente, con peso político y económico, hizo presagiar grandes avances gracias al autogobierno y abrigar nuevas esperanzas para el desarrollo económico de nuestra provincia. 

Pero todo aquello quedó convertido en cenizas...